sábado, 7 de enero de 2017

La muerte de Jacinto


Nos encontramos delante de un cuadro de Tiepolo donde nos narra  según la tradición, de cómo el dios Apolo hirió un día a su amigo Jacinto al lanzar un disco en una noble competición. Un soberano alemán, el conde Guillermo de Schaumburg- Lippe, pidió al pintor veneciano Tiepolo que le hiciera una versión especial de este episodio. En esta versión no es el disco el causante de la muerte, sino una pelota de tenis lanzada con demasiada fuerza por Apolo. El gran cuadro pertenece a la colección Thyssen. Un joven de clara piel resplandeciente aparece tendido en una decorativa pose de abandono sobre un paño de seda tornasolado. Delicado y afeminado, así es como Tiepolo ha representado al amante agonizante del dios Apolo.

El conde de refinado sentido artístico conocía naturalmente las Metamorfosis de Ovidio, una de las obras indispensables en la formación clásica. En el X libro se cuenta la historia de Jacinto que amaba a Apolo. Los dos amigos se divertían con los deportes. Según Ovidio el fuerte sentimiento de culpabilidad atormentaba al dios. Existía un fuerte sentimiento de culpa por parte del dios. De hecho, Apolo hizo que de la sangre del adolescente brotara una flor que desde entonces lleva su nombre.

El pintor compuso la escena de Jacinto, el favorito del dios herido de muerte, entre 1752 y 1753, por lo menos eso piensan los estudiosos de la obra de Tiepolo. Por aquel entonces el veneciano era uno de los pintores mas afamados de toda Europa. La luminosidad de sus obras, el brillante colorido y el gusto por los personajes hermosos e idealizados, respondía perfectamente a los gustos de los aficionados del arte.
El conde Guillermo contaba con 28 aproximadamente cuando pidió la realización de este cuadro. Había nacido en Londres donde su padre ocupaba un puesto importante en la corte de Jorge I. Había estudiado en Ginebra y en Leyden, hablaba un francés muy elegante y amaba la música. Apreciaba mucho la pintura, y ya en su juventud había comprado grabados de francés Callot.

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